La nueva Ley de Bienestar Animal obliga a transportistas a invertir hasta 50.000 euros por vehículo
Nueva Ley de Bienestar Animal
Con la entrada en vigor de la nueva Ley de Bienestar Animal, los transportistas de animales vivos enfrentan importantes gastos para adaptar sus vehículos a las nuevas normativas. Según la legislación, deberán mejorar la ventilación, el espacio disponible y la altura interna de las carrocerías, lo que supone una inversión de entre 25.000 y 50.000 euros por vehículo. Esto afecta especialmente a los pequeños transportistas y autónomos, quienes operan con flotas reducidas y ya enfrentan desafíos por el aumento de los costos operativos.
Principales cambios exigidos por la Ley
- Modificación de vehículos: Para garantizar el bienestar de los animales, los vehículos deberán tener sistemas avanzados de ventilación y en algunos casos aire acondicionado. También es obligatorio aumentar el espacio por animal, lo que reduce la capacidad de carga y obliga a realizar más viajes.
- Sobrecostes en jornadas nocturnas: Durante los meses de verano, la ley obliga a realizar el transporte de animales por la noche para evitar las altas temperaturas. Esto genera un aumento en los salarios por los turnos nocturnos, además de complicar la logística.
- Carga burocrática: Además de los cambios físicos, la normativa exige una mayor documentación y el uso de plataformas digitales como Traces para registrar cada transporte, lo que incrementa el tiempo dedicado a tareas administrativas.
Impacto en los pequeños transportistas
El sector del transporte de animales vivos en España está compuesto en gran parte por autónomos y pequeños negocios, muchos de los cuales dependen de una flota muy limitada. Estos profesionales ya están afectados por el aumento del precio del combustible y otros gastos operativos, por lo que los nuevos requisitos ponen en riesgo la viabilidad de sus actividades. Se estima que los costos por tonelada de animal transportado podrían aumentar entre un 56% y un 167%, dependiendo de la especie.